
A efectos de entender estos grandes obstáculos es preciso saber que se encolumnan las “fuerzas invisible del mal” del enemigo de Dios, Satanás y su ejercito de demonios del mismo infierno, y de todo aquel que hace lo malo y se pliega a dichas fuerzas.
Por tal motivo, con el objeto de evitar tales errores, se ha tratado de exponer con la mayor claridad la diferencia entre el error y el acierto para que cada persona se defina a ser: la cizaña o el trigo, respectivamente.
Desarrollo: Debido a que tenemos un idioma muy rico en palabras, nos trae como consecuencia una gran cantidad de confusiones producto de dicha abundancia de términos que a su vez pueden tener diversas interpretaciones y significados, utilizándose palabras que no reflejan una identidad con la idea que se desea expresar. Como resultante de todo ello, fluyan los inconvenientes que imposibilitan la transmisión de ideas precisas que tampoco pueden servir para elaborar un pensamiento claro y cierto que pueda prestar utilidad y poder razonar en forma correcta.
Además, dichas palabras pueden expresar sentimientos, resentimientos, burlas, envidias, bajas pasiones, etc., que nos desvían de la realidad, desfigurándola y distorsionando fines constructivos.
1. EL AMOR: A fin de ejemplificar lo expuesto, pienso que es necesario volver a las nociones elementales de la vida, es decir “el amor”, que es fundamental e indispensable para la vida del ser humano, para que pueda vivir en paz y felicidad. Nos dice la Palabra de Dios, la Biblia: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (S. Mateo 4:4)
Según el significado del diccionario enciclopédico “El Ateneo”, el amor es: “sentimiento hacia una persona que se expresa en el deseo de acercamiento y en la voluntad de procurar su bien”. Otras definiciones dicen: “pasión que atrae un sexo hacia otro”; otra definición: “blandura suavidad”, otra: “los padres castigan a sus hijos con amor”, o: “esmero con que se trabaja en una obra deleitándose en ella”, o bien: “en general es la tendencia de todo lo imperfecto que busca asemejarse a lo perfecto”, etc. Y así se pueden obtener infinidad de definiciones, acepciones, significados e interpretaciones distintas, Es así que se ha llegado al colmo de entenderse como: “la sola relación sexual de una pareja”, es decir, una burda acepción que demuestra como se ha llegado a degenerar el significado verdadero.
En vista de semejante confusión que nos está haciendo caer en una gran crisis moral que nos conduce a una serie de consecuencias muy perjudiciales, que ya estamos palpando con la desintegración de la familia, célula básica de la sociedad, la cuan deforma en gran manera el “tejido social”.
Por tales motivos, no nos queda otro camino que volver a los orígenes de nuestra civilización occidental y cristiana, es decir, que no hay nada mejor que recurrir a la Palabra de Dios, la Biblia, la cual nos dice en 1 Corintios 13:4-17 en forma sintética y resumiendo el amor, como:
1. Sufrido
2. Benigno
3. No tiene envidia
4. No es jactancioso
5. No se envanese
6. No hace nada indebido
7. No busca lo suyo
8. No se irrita
9. No guarda rencor
10. No se goza de la injusticia
11. Se goza de la verdad
12. Todo lo sufre
13. Todo lo cree
14. Todo lo espera
15. Todo lo soporta
16. Nunca deja de ser
Dicho en otros términos, tal como lo expresa Sergio Sinay en “Reflexiones”: “ Amar es desear el mayor bien posible para el ser amado, y hacer lo necesario para que eso ocurra”. Esto es en esencia la parte central e importante de las relaciones humanas y con seres vivientes –animales y vegetales-, como también toda la creación de Dios, a fin de ser beneficiarios de todo lo que descubrimos en el aire, mar y tierra, para la satisfacción de nuestras necesidades, en sentido constructivo, puesto que asi lo ha mandado Dios el Creador: “el principio y fin de todo” y también señala la reciprocidad como factor importantísimo de dichas relaciones entre las personas:
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”. (S. Juan 13:34)
A tal efecto, contamos con la “Piedra Angular” o “del “Ángulo” que sostiene todo el “Edificio Social” que es el Amor, o sea Dios mismo.
“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.” (1 S. Juan 4:16)
“Por lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.
Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen,
La piedra que los edificadores desecharon,
Ha venido a ser la cabeza del ángulo; (1 S. Pedro 2:6-7)
Partiendo de esa unidad, base de las relaciones sociales se cuenta con un equilibrio dinámico necesario para mantener buenas relaciones dentro de una sociedad bien organizada, en la que imperen “las obligaciones y los derechos” en libertad y justicia, con paz y prosperidad, en la cual hay que obedecer y respetar por sobre todas las cosas “la ley universal y fundamental del amor”
Vuelvo a reiterar: hay que convencerse honestamente que el amor es el principal y único factor de: unión, armonía y equilibrio entre las personas, los pueblos y las naciones del mundo; puesto que viendo la realidad actual, la cual está colmada de conflictos y violencias interminables, debido a que el hombre se aleja cada vez más de Dios, es decir, de la única verdad y de esta manera se acerca más a la mentira (engaño, soberbia, hipocresía, etc.), o sea de todas las falsedades del mismo infierno de Satanás, que dirige las fuerzas invisible del mal.
2. LA VERDAD: A continuación trataré sobre la verdad y especialmente sus relaciones con el amor. Se entiende por verdad a todo aquello que surge de Dios y su Palabra, de acuerdo a la declaración del Señor Jesús, que resalta su fuente y los beneficios de encontrarla y aplicarla. “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. (S. Juan 8:32)
Por lo tanto, todo existe, se mueve, traslada y se relaciona libre y espontáneamente, de acuerdo al orden que Dios ha impreso en la Naturaleza, puesto que El es único Soberano, y sostiene ese orden natural y lógico.
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder… (Hebreos 1:1-3a)
Luego tenemos su máxima creación: El hombre, que es el que tiene que obrar sobre todos los seres creados con amor, sensatez y responsabilidad, para mantener la autoridad moral sobre los demás.
Se puede definir la verdad, brevemente, al llamar a las cosas por su nombre, es decir: “al pan, pan y al vino, vino, simplemente dejar de usar palabras de más, con verborragias que tratan de confundir y oscurecer todo pensamiento. Jesús enseña a responder concretamente con una afirmación o negación solamente sin necesidad de juramentos u otras palabras que den mayor énfasis. “Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. (S. Mateo 5: 34-37) Además debo aclarar que no hay verdad para cada persona, sino una realidad, puesto que la única verdad es la que surge de la Palabra de Dios que permanece para siempre: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. (S. Mateo 24:35) Por lo tanto eliminándose los factores de confusión, la mejor alternativa es expresar la palabra adecuada o propia que indique los hechos, fenómenos o cosas tal cual son, dentro del marco de amor, benignidad y veracidad, que es el fin que persigue una buena relación de equilibrio y armonía, individual y social.
3. LA LIBERTAD: Es una Ley Natural y Universal del hombre, de acuerdo a su constitución física y mental, que significa hacer todo lo que no perjudique a terceros, es decir, que la libertad de uno termina donde empieza la libertad o el derecho del semejante. Todo lo demás, está determinado al hacer uso y no abuso de la libertad que tenemos como seres humanos, tal como lo expresa la Palabra de Dios: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros“. (Gálatas 5:13)
Esto significa una aplicación muy precisa del ámbito de la misma, puesto que hay que tener bien presente: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos;” (S. Mateo 7:12).
De lo contrario caeríamos en el libertinaje, que es el mal uso o abuso de la libertad, que conduce al hombre por la senda del error, del dolor, del fracaso, del desagrado, etc., que a su vez traen como consecuencias malestar, violencias y desequilibrios sociales e individuales.
Sin embargo se suele confundir, la mayoría de las veces, la libertad con el libertinaje, debido a que se cometen gran cantidad de abusos en nombre de la libertad y se culpa al fracaso del sistema de la libertad, aunque realmente es el libertinaje el que permite toda clase de abusos con injusticias e impunidades, muchas veces toleradas por gobiernos que no aplican correctamente el sistema de libertad por falta o deficiencia de la justicia, la cual es un factor esencial para que sea “imparcial y social”.
En esta circunstancia se puede notar una situación muy especial en que se confunde el fuero íntimo del hombre con su manera de actuar ante terceros, aunque puede engañar a otros, pero no lo puede hacer con Dios, puesto que El conoce la intención de los corazones por su omnipotencia.“Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”. (Hebreos 4:13)
Esto significa que el hombre debe tener un temor reverencial hacia Dios, y debe comportarse con humildad ante ese gran Poder Divino que todo lo puede y no hay nada imposible para El. Esto equivale decir que todo hombre necesita creer en Dios, en su Hijo Jesucristo y en el Espiritu Santo, cuya trilogía es el único Dios verdadero, creador y sustentador de todas las cosas.“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”. (1 S. Juan 5:7)
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos ylas que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. (Colosenses 1:16)
4. LA JUSTICIA: Para obtener, desarrollar y sostener la libertad tiene que haber justicia en toda su plenitud, La justicia debe ser plena, entera y permanente para que la libertad también lo sea, como decía el Dr. Carlos Becker, en “Economía y reforma constitucional”: “justicia y libertad son como cara y cruz de una medalla y no deben existir una sin la otra”.
Es indispensable que esa justicia sea eficaz y real, como también dinámica y oportuna. Habitualmente vemos que la justicia suele ser declamada, mas que practicada, y los procesos suelen ser lentos y burocráticos. Una buena administración de justicia debería basarse en los ¨Deberes y Derechos Cristianos”, contenidos en la Palabra de Dios. (Romanos 12; 1 Corintios 9; Colosenses 3:18-25; 2 Tesalonisenses 3:6-15; Hebreos 13:1-19; 1 Pedro 3) Una vez precisados los términos: AMOR, VERDAD, LIBERTAD y JUSTICIA, como también la inter-relación entre unas y otras deben ser íntegramente armónicas, que no permitan dudas ni vacilaciones, las cuales en su conjunto construyen las “Fuerzas del Bien”, que responden a Dios Todopoderoso, el “Jefe Soberano del Universo”, con su ejército invisible de ángeles. “Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”. (Efesios 4:14-15)
5. LA RESPONSABILIDAD: De acuerdo a lo expresado anteriormente, este es un aspecto muy importante ante las fallas que se podrían producir por error, mentira o defecto humano en la aplicación de cada uno de los respectivos principios. Esto significa que a toda deficiencia, error o transgresión, le corresponde la “Responsabilidad” respectiva por cada error voluntario o involuntario que se cometa, respondiendo por las consecuencias o perjuicios causados.
Todo ello se comprende por la condición racional del ser humano y de acuerdo a la función que cumple, se convierte como responsable de sus actividades con relación a terceros-semejantes, hechos, fenómenos y cosas de la Naturaleza.
CONCLUSIÓN: Como en la realidad también existen en forma invisible las “fuerzas del mal”, cuyo jefe es Satanás y todo su séquito diabólico, que tienta al hombre mediante la carne con relación al pecado, tratando de destruir y obstaculizar la obra de Dios, solo podremos resistirlas y vencerlas si usamos las armas espirituales de Dios.
“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.” (Efesios 6:13)
El odio y todas las características de la maldad, reflejan el concepto preciso de las fuerzas malignas de Satanás, y de todo su séquito de demonios.
A todo esto el creyente en el Señor Jesucristo, es aquel que se somete humilde ante la Superioridad infinita y perfecta de Dios verdadero, contrastando con la soberbia de Satanás, padre de mentiras, que con su envidia, orgullo y arrogancia, conjuntamente con la avaricia del no creyente, ignorante de Dios, son dependientes de las “fuerzas invisibles del mal”.
Por lo tanto si tomamos las cualidades del amor, podemos determinar las características del odio, que es su antónimo, en el mismo orden:
1. No es sufrido
2. Es maligno
3. Es envidioso
4. Es jactancioso
5. Es vanidoso
6. Hace todo lo indebido
7. Busca lo suyo
8. Se irrita
9. Guarda rencor
10. Se goza de la injusticia
11. No se goza de la verdad
12. Se goza de la mentira
13. No sufre por nada, ni nadie.
14. Nada cree
15. No tiene esperanza
16. Nada lo soporta
A través de esta definición podemos distinguir mas claramente como se diferencia el camino del bien con el camino del mal, y sus respectivas consecuencias. Cada ser humano tiene la responsabilidad mientras dura su vida, de realizar una elección que a través de la cual dependerán las consecuencias individuales y colectivas, de cuya sumatoria formará el destino de los pueblos y de la humanidad entera.
Aunque Dios dispuso el maravilloso sistema del amor y la libertad, el hombre engañando por la astuta serpiente de Satanás falló en la elección y ha quedado sometido a la obra destructiva del enemigo de Dios, y así también ha quedado impedido de gozar de los beneficios del amor y la libertad.
El hombre al desobedecer las leyes universales del amor y la libertad, ha caído esclavo de la mentira, el engaño y el pecado, y lo hace deambular en una camino sinuoso, en una cornisa peligrosa con un destino incierto y negativo. Todo este mal va afectando al hombre individualmente, la familia, los hijos, y así continúa consumiendo a la sociedad entera en la desesperanza.
Ni aun con todo el conocimiento intelectual adquirido, ni el avance tecnológico, puede atenuar el deterioro que está experimentando el hombre en la actualidad.
Pero Dios en su gran amor, nos ofrece individualmente una segunda oportunidad para elegir individualmente el camino del bien, y restablecer así su plan original de bienestar y felicidad, en todos aquellos que se acercan con fe a El, con reconocimiento del pecado y del mal, y que abren su corazón para recibir una nueva vida espiritual, a través de Jesucristo el Salvador.
Y todo aquel que cree en El recibe una nueva naturaleza espiritual de parte de Dios, que le permite disfrutar del maravilloso sistema de amor y libertad y la felicidad de sus beneficios que ideó el Creador para el progreso de cada uno de los que le eligen a El.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.“ (S. Juan 3:16)
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” (S. Juan 3:36)
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,” (Efesios 2:1-6)
Dios ofrece un nuevo camino de vida, basado en su amor, su justicia y su verdad. Si aceptas y decides seguir hoy este nuevo rumbo, podrás empezar a disfrutar su verdadera libertad con responsabilidad.
Godoy Cruz, Mendoza, Argentina, 10/10/05
Oscar R. S. Pizzolo
Contador Público Nacional
que genio mi padrino!!!
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